Se utiliza la expresión ‘Se armó la de San Quintín’ (y también en la forma ‘Armarse la de San Quintín’), para referirse a que se ha producido una gran bronca, un lío monumental o una pelea muy intensa y señalando que la situación se ha descontrolado, normalmente con discusiones o conflictos de por medio.. Su origen lo encontramos en una batalla real que tuvo lugar en la localidad francesa de Saint-Quentin (San Quintín en español), librada el 10 de agosto de 1557 entre las tropas de Felipe II de España, lideradas por el duque Manuel Filiberto de Saboya, y las del rey Enrique II de Francia, bajo el mando del condestable Anne de Montmorency siendo especialmente sangrienta.. La victoria cayó del lado del Imperio español, pero el enfrentamiento fue tan cruento y caótico —con unos 500 muertos entre las filas españolas y cerca de 6000 en el ejército francés— que, con los años, su nombre pasó a convertirse en sinónimo de conflicto monumental.
Se utiliza la expresión ‘Se armó la de San Quintín’ (y también en la forma ‘Armarse la de San Quintín’), para referirse a que se ha producido una gran bronca, un lío monumental o una pelea muy intensa y señalando que la situación se ha descontrolado, normalmente con discusiones o conflictos de por medio.. Su origen lo encontramos en una batalla real que tuvo lugar en la localidad francesa de Saint-Quentin (San Quintín en español), librada el 10 de agosto de 1557 entre las tropas de Felipe II de España, lideradas por el duque Manuel Filiberto de Saboya, y las del rey Enrique II de Francia, bajo el mando del condestable Anne de Montmorency siendo especialmente sangrienta.. La victoria cayó del lado del Imperio español, pero el enfrentamiento fue tan cruento y caótico —con unos 500 muertos entre las filas españolas y cerca de 6000 en el ejército francés— que, con los años, su nombre pasó a convertirse en sinónimo de conflicto monumental.
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