Las películas americanas nos presentan cada cierto tiempo un escenario apocalíptico con zombis, mutantes, alienígenas o una cepa de virus mortal que reduce drásticamente el número de habitantes en el planeta. Todo envuelto, lógicamente, por una épica americana que suele distar mucho de las películas españolas y el comportamiento de sus personajes. La entrevista de esta semana tiene como tema central una epidemia de vampirismo en pleno Madrid con, cómo no, personajes para nada épicos pero sí muy reales.. Isabel Fuentes, licenciada en Biología por la UAM y doctora en Museología por el Muséum National d’Histoire Naturelle, con más de 20 años de experiencia en la comunicación científica y en la gestión cultural en instituciones, como el Museo de Ciencias Naturales. Actualmente, se encuentra al frente del CaixaForum de Madrid y ha concedido a 20minutos esta entrevista sobre su nuevo libro ‘Hemoglobina’. Al inicio la protagonista afirma que un periodista murió porque al comer un salpicón le colaron pulpo vivo y se quedó pegado a la garganta. ¿Esta escena está inspirada en un caso real?Inventado, pero verosímil, ¿verdad? Una forma de cargarse a alguien con artes mafiosas, mucho disimulo, y preferiblemente cómica. Sabemos que en Corea tienen la costumbre de comer pulpo vivo, cosa que siempre me ha producido un repelús considerable, y me pareció una buena idea recurrir a ella.. Un personaje de tu novela es de los de «el cambio climático son ciclos, es todo una mentira» ¿Inspiración de internet o de alguien de tu entorno?Por supuesto que conozco a algún negacionista del cambio climático. Quien lo niegue saber de alguien así, es que no conoce suficiente gente. Es preocupante constatar que el negacionismo la autoridad científica se vea tan cuestionada. Parecía que la pandemia había puesto a la ciencia en su sitio en lo que a la percepción social se refiere, pero no.. A una anciana le da un ictus y los signos tempranos mostraron que se estaba maquillando un único lado de la cara. ¿Por qué escogiste esta manera de mostrarlo?Una vez más, los aspectos más trágicos de la historia, necesarios para la trama, son tratados con humor, y ese síntoma, no especialmente frecuente, aunque muy coherente con el personaje, es compatible con la enfermedad elegida y da pie a situaciones bastantes divertidas, o eso espero.. «El poder que tienen las hormonas del cerebro, que si no fuera por ellas nadie en su sano juicio tendría hijos desde que está prohibido utilizarlos como mano de obra». ¿Tuviste algún reparo en incluir esta frase en la obra?. No, no tuve reparo, si bien es cierto que a veces una tiene que luchar con cierto grado de autocensura, éste no ha sido el caso. No creo que a nadie se le ocurra que a mí me parece razonable que los niños trabajen. Sólo se trata de una reivindicación más de nuestra naturaleza biológica. La novela nos lo recuerda constantemente, aunque los ejemplos tienen una parte de verdad y otra, de caricatura. Es absurdo negar la influencia de nuestra naturaleza. No digo que sea la única, pero la cultural y la psicológica, las tenemos más asumidas. Nosotros estamos sometidos como especie a la selección natural y esta sólo tiene un objetivo.. ¿La historia está inspirada en la droga caníbal real MDVP?No. La droga caníbal aparece sólo como una de las hipótesis necesarias para explicar la epidemia de vampirismo. Como curiosidad, te contaré que empecé a esbozar esa epidemia antes del COVID, lo cual me obligó a modificar bastantes cosas e incorporar la pandemia real al relato. En cuanto a los vampiros, no quería que fueran demasiado distópicos. Era fundamental que pasaran un poco inadvertidos.. ¿Hay más enfermedades aparte de la enfermedad del ‘vampirismo’ que querrías haber metido en tu libro?. Bastantes: hay un ictus, diferentes trastornos por un mal manejo de los alimentos, enfermedades infecciosas… Y por supuesto, se menciona la porfiria eritropoyética; si se habla de vampiros desde un punto de vista científico, no se puede omitir la porfiria.. Porfiria como explicación al vampirismo. ¿Motivo con sustento real?. Sí. Este es el único motivo con sustento real. La enfermedad con más consenso científico a la hora de explicar el mito del vampiro es sin duda la porfiria, aunque la rabia, y alguna otra infección, también tienen sus apoyos. En todo caso, en Hemoglobina, la porfiria no es lo que explica el comportamiento vampírico.. ¿Cuánta documentación científica has consultado para una historia así?. Muchísima, porque en parte la escritura es una buena excusa para aprender. En esta ocasión he leído mucho sobre regulación génica, sobre el metabolismo de los metales pesados, sobe enfermedades de la sangre… Además de leer mucho, he tenido la suerte de contar con un montón de buenos amigos y amigas científicos y médicos, a los que les he podido consultar montones de cuestiones. Con Carlos Briones, magnífico divulgador, además de gran científico, he tenido grandes conversaciones sobre cuestiones moleculares.. ¿Cuántas de tus conversaciones de colegas en un bar trascienden a debates sobre temática científica?. Con los científicos, diría que el 100% de las veces sale la ciencia en la conversación en algún momento.. ¿Cómo decides meter la enfermedad de Minamata en la que un poblado de Japón se intoxicó por niveles altos de mercurio, para explicar precisamente las cantidades de mercurio en la gente?. Quería ser exhaustiva; el mercurio tiene un papel muy importante en la novela y por eso incluí una referencia a la enfermedad de Minamata. Es verdad que después de la exhaustividad hay un salto al más puro de los delirios… Pero para eso está la ficción y el humor absurdo, para mí, un recurso literario indispensable.. ‘La humanidad ha vuelto a comprender que la selección natural quiere que nos perpetuemos, no que seamos felices’. ¿Cuánto de Celia, la protagonista de tu obra, hay en ti?. Es una reflexión que me encanta, pero no es una idea mía. Es de Emiliano Bruner, que por cierto acaba de publicar un libro extraordinario en el que lo cuenta muy bien: “La maldición del hombre mono”. En cuanto a Celia, ella es bastante más neurótica que yo, o eso quiero creer… Las cosas que le ocurren son todas ficticias, lógicamente a veces inspiradas en anécdotas de aquí y de allá. Yo no me veo reflejada en ningún personaje en particular, pero puedo entenderlos y reconocerme en todos ellos, hasta en los más antipáticos. Si tuviera que escoger un punto de vista con el que pudiera sentir mayor empatía, sería el del narrador y es verdad que está muy pegado a Celia, no es un narrador omnisciente.. Hay palabras en el libro que al lector promedio le pueden dar miedo, como por ejemplo, transcriptoma del cerebro ¿Puedes explicar con palabras simples qué es un transcriptoma del cerebro?. No hay que tener miedo, porque conceptos como ese entreveran la historia con mucha naturalidad. Hay mucha ciencia en la novela, pero toda ella es muy accesible.. El genoma es la secuencia de genes que tenemos. El transcriptoma nos dice los genes que en ese momento se están transcribiendo, es decir, se están leyendo. Los genes están activos y mandando información o no la están mandando. El transcriptoma permite saber en un momento determinado y en un tejido concreto qué genes se están transcribiendo.. Al final del libro explicas los motivos por los cuales sucede lo que sucede en la trama. Como científica y escritora en conflicto con este tema ¿Cuánto de rigor científico y cuánto de licencia de ficción hay en esa explicación final?. Hay mucho de ambos. La explicación científica tiene su lógica interna, pero es falsa. En literatura las cosas no tienen que ser verdad, tienen que ser verosímiles, y a mí me gusta mucho experimentar con la inexactitud lógica. Es un principio análogo al de la metáfora. Una metáfora es una mentira cargada de verdad gracias a una lógica muy particular. En definitiva, los lectores encontrarán una buena dosis de información científica y la parte alícuota de disparates.. ¿Crees que la sociedad española estaría preparada para afrontar con asertividad y predisposición una enfermedad como la que muestras en ‘Hemoglobina’ o actuarían de forma tan dejada como lo hacen tus personajes?Yo creo que estamos dando buenas pruebas de dejadez ante algunos comportamientos que, como los vampiros de esta historia, no causan un verdadero problema para la mayoría de las personas, aunque sí pueden socavar los fundamentos de la vida en comunidad.
Las películas americanas nos presentan cada cierto tiempo un escenario apocalíptico con zombis, mutantes, alienígenas o una cepa de virus mortal que reduce drásticamente el número de habitantes en el planeta. Todo envuelto, lógicamente, por una épica americana que suele distar mucho de las películas españolas y el comportamiento de sus personajes. La entrevista de esta semana tiene como tema central una epidemia de vampirismo en pleno Madrid con, cómo no, personajes para nada épicos pero sí muy reales.
Isabel Fuentes, licenciada en Biología por la UAM y doctora en Museología por el Muséum National d’Histoire Naturelle, con más de 20 años de experiencia en la comunicación científica y en la gestión cultural en instituciones, como el Museo de Ciencias Naturales. Actualmente, se encuentra al frente del CaixaForum de Madrid y ha concedido a 20minutos esta entrevista sobre su nuevo libro ‘Hemoglobina’