Jesús Bonilla fue y es uno de los rostros más admirados y respetados de la televisión. Su tierno papel como Santiago en Los Serrano lo catapultó definitivamente a la fama y, sobre todo, hizo que se ganara el cariño del público.
Un trabajo al que le siguieron otros muchos, igualmente exitosos, convirtiéndose en figura indispensable de la pequeña pantalla. Con una sólida trayectoria en teatro, cine y televisión, Bonilla encadenó proyectos durante décadas como Pepa y Pepe, ¡Ay, Señor, Señor!, Periodistas, El chiringuito de Pepe o El oro de Moscú, que protagonizó y dirigió.
Sin embargo, tal y como recuerdan estos días varios medios, un mazazo económico, personal y de salud lo obligó a dar un paso atrás durante un tiempo. Esto hizo que se le perdiera la pista. Primero, porque le afectó personalmente la quiebra del banco norteamericano Lehman Brothers, que, según esas informaciones, le hizo perder una inversión de unos 400.000 euros.
Esta debacle financiera desencadenó un trastorno depresivo del que él mismo se confesó. «Visitas a psiquiatras, medicación… y así hasta ahora», llegó a contar el querido actor. Además, Bonilla padeció un aneurisma en la vena aorta, una enfermedad vascular que le alejó del trabajo durante un par de años.
Ahora, el intérprete madrileño, que en septiembre cumplirá 70 años (nació el 1 de septiembre de 1955), lleva una vida alejada de la pequeña pantalla y disfrutando de una posición más discreta.
El actor, que este septiembre cumplirá 70 años, disfruta de una vida más tranquila tras su grandes éxitos.
Jesús Bonilla fue y es uno de los rostros más admirados y respetados de la televisión. Su tierno papel como Santiago en Los Serrano lo catapultó definitivamente a la fama y, sobre todo, hizo que se ganara el cariño del público.. Un trabajo al que le siguieron otros muchos, igualmente exitosos, convirtiéndose en figura indispensable de la pequeña pantalla. Con una sólida trayectoria en teatro, cine y televisión, Bonilla encadenó proyectos durante décadas como Pepa y Pepe, ¡Ay, Señor, Señor!, Periodistas, El chiringuito de Pepe o El oro de Moscú, que protagonizó y dirigió.. Sin embargo, tal y como recuerdan estos días varios medios, un mazazo económico, personal y de salud lo obligó a dar un paso atrás durante un tiempo. Esto hizo que se le perdiera la pista. Primero, porque le afectó personalmente la quiebra del banco norteamericano Lehman Brothers, que, según esas informaciones, le hizo perder una inversión de unos 400.000 euros.. Esta debacle financiera desencadenó un trastorno depresivo del que él mismo se confesó. «Visitas a psiquiatras, medicación… y así hasta ahora», llegó a contar el querido actor. Además, Bonilla padeció un aneurisma en la vena aorta, una enfermedad vascular que le alejó del trabajo durante un par de años.. Ahora, el intérprete madrileño, que en septiembre cumplirá 70 años (nació el 1 de septiembre de 1955), lleva una vida alejada de la pequeña pantalla y disfrutando de una posición más discreta.
