«Oscar D’León, la leyenda», se escuchaba justo antes de que el cantante venezolano y su banda dieran los primeros acordes este lunes en Noches del Botánico. Considerado uno de los grandes reyes mundiales de la salsa al artista no le pesaron ni sus 82 años ni el fuerte calor que hace en Madrid estos días.. Ante un público muy numeroso, y en su mayoría latino, el cantante, que relevó en el escenario a Minyo Crusaders, un colectivo musical japonés que es especialista en fundir la tradición musical de su país con los sonidos del Caribe, Latinoamérica y África, llevó la salsa, el bolero y el jazz a cada uno de los rincones del ciclo madrileño.. Así, sin parar de bailar en ningún momento y pidiendo mucha «bulla», durante casi dos horas hizo un repaso a sus temas más conocidos, muy coreados -y coreografiados- por la multitud.. Arrancó con Esa mujer, al que siguieron Poco a poco (Cha, cha, cha), La rebelión, Detalles, Qué bueno baila usted, Sigue tu camino o Ven morena.. El punto de inflexión del show llegó con uno de sus míticos temas, Llorarás, que desató la locura en el recinto madrileño, ya convertido en juna auténtica pista de baile.. La cosa no quedó ahí, ya que siguió con otros éxitos como Dormir contigo o Idilio, antes de dar paso a «un par de boleros», como dijo él, entre el que se encontraba el mundialmente conocido Frenesí.. Y, por supuesto, no faltaron guiños a la comunidad latina allí congregada. A Perú, Venezuela y «la Bulla de Panamá». Tampoco a sus fans de Madrid, tras lo cual cantó Lluvia con nieve. Todos impregnados de la vitalidad de esta leyenda de la salsa a la que aún le queda mucha cuerda.
«Oscar D’León, la leyenda», se escuchaba justo antes de que el cantante venezolano y su banda dieran los primeros acordes este lunes en Noches del Botánico. Considerado uno de los grandes reyes mundiales de la salsa al artista no le pesaron ni sus 82 años ni el fuerte calor que hace en Madrid estos días.. Ante un público muy numeroso, y en su mayoría latino, el cantante, que relevó en el escenario a Minyo Crusaders, un colectivo musical japonés que es especialista en fundir la tradición musical de su país con los sonidos del Caribe, Latinoamérica y África, llevó la salsa, el bolero y el jazz a cada uno de los rincones del ciclo madrileño.. Así, sin parar de bailar en ningún momento y pidiendo mucha «bulla», durante casi dos horas hizo un repaso a sus temas más conocidos, muy coreados -y coreografiados- por la multitud.. Arrancó con Esa mujer, al que siguieron Poco a poco (Cha, cha, cha), La rebelión, Detalles, Qué bueno baila usted,Sigue tu camino o Ven morena.. El punto de inflexión del show llegó con uno de sus míticos temas, Llorarás, que desató la locura en el recinto madrileño, ya convertido en juna auténtica pista de baile.. La cosa no quedó ahí, ya que siguió con otros éxitos como Dormir contigo o Idilio, antes de dar paso a «un par de boleros», como dijo él, entre el que se encontraba el mundialmente conocido Frenesí.. Y, por supuesto, no faltaron guiños a la comunidad latina allí congregada. A Perú, Venezuela y «la Bulla de Panamá». Tampoco a sus fans de Madrid, tras lo cual cantó Lluvia con nieve. Todos impregnados de la vitalidad de esta leyenda de la salsa a la que aún le queda mucha cuerda.
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