Susana Gisbert (Valencia, 1966) es una fiscal valenciana especializada en violencia de género y en delitos de odio. En conversación con 20minutos, señala que la «cacería» de migrantes magrebíes en Torre Pacheco (Murcia) tiene algunos precedentes y es fruto de un «estado de opinión» alentado por determinados personajes públicos.. Durante la charla, la fiscal habla también sobre el señalamiento que recibió ella misma por parte de Alvise Pérez, y la consecuente oleada de insultos que recibió en redes por parte de sus seguidores. El líder de Se Acabo La Fiesta (SALF) está actualmente investigado por el Tribunal Supremo en relación a estos hechos, en una de las tres causas que tiene abiertas.. El líder de Vox en Murcia y el cabecilla del grupo ultra ‘Deport Them Now’ están siendo investigados por posibles delitos de odio en relación a los hechos ocurridos en Torre Pacheco. ¿Por qué se podría atribuir ese delito a estas dos personas?Lo normal es que cuando hay una denuncia, se abran diligencias para investigar si hay indicios. Luego es cuando se decidirá si las personas son responsables de ese delito o no. Este es un momento muy indiciario. Es muy fácil pillar al hombre que está rompiendo los muebles de un kebab, porque es un delito flagrante. Pero estos delitos, que son de expresión, son más complicados de perseguir. Existen dos tipos de delito de odio. Está el discurso de odio, que es la incitación al odio, la difusión del odio o también el negacionismo. Y, en segundo lugar, están los delitos concretos de humillación a una persona, una agresión, amenazas, que pueden tener el agravante de odio.. Hemos visto en los últimos años varias denuncias por delitos de odio que no prosperan. Por ejemplo, una que presentó el PSOE cuando apalearon una piñata de Pedro Sánchez en una manifestación. ¿Qué diferencia esto de aquello?. En primer lugar, el motivo de la acción. El motivo de discriminación es fundamental cuando analizamos el delito de odio. No cualquier acto de odiar a alguien un delito. Los políticos, los fiscales, los periodistas no son objeto de protección del delito de odio. En el caso de Ferraz se planteaba si sería la ideología. Pero, cuando hablamos de políticos, la línea entre lo que es pura discriminación por ideología y lo que es crítica —aunque sea una crítica que no deba hacerse— es muy difusa.. ¿Se requiere que la víctima pertenezca a un grupo vulnerable?. No exactamente. El delito debe estar motivado por determinados factores como el racismo, el machismo, la LGTBIfobia o la religión. La religión católica, mayoritaria en España, no es un colectivo vulnerable, ni que goce de una especial protección. Sin embargo, se pueden condenar como delito de odio unas manifestaciones que ataquen a la Iglesia. Al haber motivos religiosos en esas palabras, hay un delito de odio. En otros casos, como la aporofobia o la LGTBIfobia, sí hablamos de colectivos vulnerables.. Los disturbios en Torre Pacheco estuvieron instigados por grupos de ultraderecha en redes, principalmente en Telegram. ¿Es fácil actuar penalmente contra ellos?. No. Tiene la dificultad añadida que supone perseguir un delito que nace en las redes sociales. Por un lado, está el anonimato. En la red social X, por ejemplo, solo necesitas un correo electrónico para crear una cuenta. Por otro lado, está el problema de cómo acreditar quién ha sido o de dónde ha salido un delito. La sede de las redes sociales no está en España, en muchos casos, y las causas exceden ya al derecho internacional.. ¿Cuál es el caldo de cultivo para que ocurra algo como lo que hemos visto en Torre Pacheco?. La agresión al anciano en Torre Pacheco se puede interpretar como la mecha que enciende un polvorín. Existe un estado de opinión en determinados grupos, alentados por determinados personajes públicos u organizaciones que constantemente vinculan la migración con la delincuencia. En el momento en el que ocurre algún hecho delictivo que ellos entienden que puede darles la razón, lo utilizan como argumento. Las fake news hacen mucho daño.. Cobran importancia tanto las fake news como las redes sociales…Esta gente se desenvuelve como pez en el agua en las redes sociales. Y por eso captan a tanta gente joven, porque es el medio en que ellos se relacionan. Un medio de comunicación al uso tiene obligación de contrastar las noticias y de contarlas con objetividad. Pero una persona que tiene su propio perfil o canal en una red social hace o dice lo que le parece. La gente en redes sociales, lamentablemente, lo que hace es seguir a quien refuerza su mensaje. La gente no sigue a diversas opciones ideológicas para tener un espectro amplio de opinión, sino a quien le da argumentos para tener el mensaje que quiere mantener.. ¿Era previsible que ocurriera en España lo que ha pasado en Torre Pacheco?Yo creo que ya hemos tenido avisos. Ya tuvimos los sucesos de Elejido, que fueron más o menos similares [en el año 2000, en ese pueblo andaluz, tres migrantes marroquíes asesinaron a tres vecinos. Eso dio pie a una serie de altercados violentos contra la población migrante de la zona, que duraron tres días]. Hemos visto también otros conatos como el de Mocejón [el año pasado, un joven de 20 años asesinó a un menor de 11. Los bulos que atribuían la autoría a un menor extranjero no acompañado se extendieron por las redes]. En este caso parece que ha tenido lugar la tormenta perfecta que ha dado lugar a este movimiento.. ¿Cómo se puede evitar que se repitan estos sucesos?La vacuna contra los delitos de odio, evidentemente, es la educación y la formación. Hay que proporcionar herramientas para contestar a estas personas, para tener argumentos con los que desafiar su discurso racista. La ciudadanía tiene una labor muy importante. Cuando estamos en un chat o en un grupo de personas y alguien emite un comentario racista u homófobo, el resto de personas, en vez de callarnos, deberíamos contestar. Si no lo hacemos, estas personas creen que tienen razón.. ¿Lo ocurrido en Torre Pacheco es el reflejo de un país racista?. Yo creo que no. Hay una parte de españoles que son racistas, como en cualquier sitio. Lamentablemente, el racismo o la homofobia eran posturas políticamente incorrectas, y ahora cada vez la gente se siente más legitimada para mostrarlos en público y lanzar esos mensajes. Tenemos racistas que hacen mucho ruido. Pero España, por lo general, no es un país racista, es un país democrático.. Aunque estos hechos no sean el reflejo de un país, ¿sí forman parte de una corriente internacional?. Si. Estas actitudes y estos comportamientos forman parte de una corriente en el seno de nuestra sociedad y en el seno de todas las sociedades. A la vista está en los resultados electorales, no hace falta ir más lejos.. En estos días ha salido a la luz el término ‘remigración’. ¿Estamos asistiendo al mismo racismo de siempre, pero con nuevas terminologías? Claro que sí, es el racismo de siempre. Además, muchas veces está dirigido al migrante de segunda generación, a personas perfectamente integradas en la sociedad española. La única característica por la que se les ataca es que son personas racializadas. Además, este tipo de acciones están muy relacionadas con las personas excluidas, sin perjuicio de que también hay racismo en otros ámbitos —ahí está el ejemplo del deporte y Vinicius—.. Usted denunció a Alvise cuando él la señaló en sus redes. ¿Qué consecuencias tuvo aquel señalamiento para usted?En realidad, lo que hizo Alvise fue exaltar a sus seguidores para ir contra mí porque yo, en mi trabajo, había calificado como delito de odio un hecho de una persona que había relacionado inmigración con delincuencia. A partir de ahí me señaló, sacó mi foto. Durante bastante tiempo me llegaron mensajes privados, mensajes en redes, e incluso entraron en la cuenta de mi hija. Aquello fue lo que me llevó a denunciar. Fue bastante desagradable. En un momento dado podía tener 90, 100 mensajes por día. Tuve que hacer privada mi cuenta de Instagram, a pesar de que no tengo nada que ocultar y, como escritora que soy, publicaba cosas de mis novelas. Pero era constante, era todos los días. Ahora la cosa no está a ese nivel. Recibía mensajes muy duros, llegaban a decir que me tenían que violar, que mi momento había llegado.. El líder de SALF está siendo investigado por el Tribunal Supremo. A la salida de su declaración, dijo que sus mensajes contra usted forman parte de la «crítica política». De ninguna manera puede enmarcarse en la crítica política un mensaje dirigido a una persona que no se dedica a la política. Yo tengo prohibido por el Estatuto del Ministerio Fiscal hacer política. Simplemente, llevé a cabo una actuación jurídica.. Quienes defienden este tipo de manifestaciones, suelen aludir a la libertad de expresión. Este es el argumento que utilizan siempre. Olvidan que un derecho fundamental, por fundamental que sea, es limitado. Cuando hablamos de la libertad de acción, no implica que yo te pueda dar un bofetón, porque estoy traspasando un límite. Cuando hablamos de libertad de expresión, el límite es más difuso, pero no es una libertad que pueda amparar todas las cosas. Decir que hay que matar a los judíos no es admisible en derecho.
Especializada en delitos de odio, no cree que España sea «racista», pero apunta que quien lo es cada vez se siente «más legitimado»
Susana Gisbert (Valencia, 1966) es una fiscal valenciana especializada en violencia de género y en delitos de odio. En conversación con 20minutos, señala que la «cacería» de migrantes magrebíes en Torre Pacheco (Murcia) tiene algunos precedentes y es fruto de un «estado de opinión» alentado por determinados personajes públicos.. Durante la charla, la fiscal habla también sobre el señalamiento que recibió ella misma por parte de Alvise Pérez, y la consecuente oleada de insultos que recibió en redes por parte de sus seguidores. El líder de Se Acabo La Fiesta (SALF) está actualmente investigado por el Tribunal Supremo en relación a estos hechos, en una de las tres causas que tiene abiertas.