¿Se puede considerar al golfista como un artista o un científico? Rory McIlroy, el número dos del mundo, fue quien abrió el melón la semana pasada, dando inicio al Open Británico que arranca hoy en Royal Portrush, Irlanda del Norte (disponible de 7:30 a 21:30 en Movistar Golf). Me gustaría verme más como un artista que como un científico en relación al juego. Sin embargo, pienso que en la actualidad, gracias a la biomecánica y otros avances tecnológicos, así como la evolución de nuestro deporte en las dos últimas décadas, nos hemos vuelto más científicos que artistas,» afirmó el golfista norirlandés, quien se ha convertido en un ícono local en este British y está entre los principales favoritos junto a Scottie Scheffler y Jon Rahm.
¿Se puede considerar al golfista como un artista o un científico? Rory McIlroy, el número dos del mundo, fue quien abrió el melón la semana pasada, dando inicio al Open Británico que arranca hoy en Royal Portrush, Irlanda del Norte (disponible de 7:30 a 21:30 en Movistar Golf). Me gustaría verme más como un artista que como un científico en relación al juego. Sin embargo, opino que en la actualidad, gracias a la biomecánica y los avances tecnológicos, así como la evolución de nuestro deporte en las últimas dos décadas, somos más científicos que artísticos,» afirmó el golfista norirlandés, quien es un héroe local en este British y uno de los principales favoritos junto a Scottie Scheffler y Jon Rahm. A veces, el golf se asemeja a una competencia entre pegadores, donde la creatividad se ve relegada. Sin embargo, al igual que en la Galia, un refugio persiste. Es el Open Británico, un retorno a lo fundamental, a los campos esculpidos por la naturaleza junto al mar, links que son influenciados por los vientos que transforman todo. En este entorno no prevalece el más fuerte, sino que tiene éxito quien se adapta mejor a las circunstancias. Nadie comprendió esto mejor que Seve, el chico que empezó a jugar al golf en la playa de Pedreña.