De un tiempo a esta parte, todo lo relativo al matrimonio entre Justin y Hailey Bieber, no deja de generar preocupación o especulaciones entre los fans del cantante y la modelo. De ser una posible víctima de Sean Combs, conocido como Puff Diddy (algo que el artista desmintió), a hipotéticas adicciones o incluso su precaria situación económica por la deuda que tendría que pagar a su mánager -y que se rumorea que estaría detrás de la venta de Rhode, la firma cosmética de Hailey-.
Ante todos estos frentes abiertos que copan titulares día sí, día también, la pareja estaría en plena etapa de capear la crisis de imagen del intérprete de Baby. O, al menos, esa es la sensación que tienen los más de 300 millones de fans que suma la pareja después de ver que sus ídolos habrían parecido optar por el silencio, sorteando los obstáculos en la más estricta intimidad.
Aunque lo cierto es que ambos están acostumbrados a estar bajo los focos prácticamente desde el comienzo de su relación, tampoco les falta práctica en lidiar con los altibajos de su relación. Aunque se conocieron en 2009, cuando Hailey tenía 12 años y el cantante 15, en el backstage del programa Today, no fue hasta que volvieron a reencontrarse con los años que se plantearon que pueda darse algo más que una amistad.
Los rumores empezaron en diciembre de 2014, cuando pasaron juntos la Nochevieja, pero se confirmaron un año después al disfrutar de un viaje familiar a México cuando compartieron su primer beso en redes sociales. Dos años después, en 2016 declararon a la prensa que la suya no se trataba de una relación exclusiva, pero unos meses más tarde confirmaron que ya no estaban juntos.
Segundas partes sí pueden ser buenas, lo que se demostró en junio de 2018, mes en el que tuvo lugar su reencuentro y se dieron otra oportunidad que terminó con un anillo de compromiso. Además, confirmando que estaban dispuestos a trabajar en su vínculo, fue en septiembre que se fueron a vivir juntos y se casaron en Nueva York en una discreta ceremonia civil -y el cambio de apellido en Instagram de la modelo fue lo que hizo saltar las alarmas de que se habían dado el «Sí, quiero»-.
La fiesta con 150 amigos y familiares habría de esperar, ya que tuvo lugar un año después. Aunque si en algo son expertos Justin y Hailey es en hacer las cosas a su manera he incluso han sellado su amor de una manera menos convencional: con tatuajes de dos melocotones idénticos.
Si bien los comienzos de su vida matrimonial fueron tranquilos, en marzo de 2022 la modelo tuvo un infarto y, poco después, al artista le diagnostican síndrome de Ramsay Hunt. Un periodo de salud delicado para ambos que se contrarrestó dos años después con la feliz noticia de que estaban esperando a su primer hijo. Jack Blues Bieber nacería el 23 de agosto de 2024, y si bien para muchos es una etapa de alejarse de los vaivenes profesionales y centrarse en la crianza, lo cierto es que su etapa como padres primerizos ha ido muy de la mano con el goteo de rumores y noticias sobre la salud mental del artista.
Y es que de un tiempo a esta parte, la preocupación de los fans de Justin Bieber por el estado anímico de su ídolo ha ido desde que en se encontraba más apagado, a los gestos de sus apariciones públicas, sin olvidar que tampoco han quedado fuera las teorías de una posible crisis entre ellos, puesto que el cantante dejó de seguir momentáneamente a su esposa en Instagram.
Sin embargo, a diferencia de otras veces que compartieron detalles acerca de la situación sentimental, actualmente han apostado por el silencio. Es algo que, en contextos donde hay una exposición tan grande como la suya, se convierte en una maniobra tan poderosa como una declaración. Se podría tratar de una forma de proteger su intimidad y marcar una distancia con la necesidad de la prensa (y de sus fans) de que den explicaciones constantes sobre su vida privada.
Poniéndose ellos por delante de sus seguidores o de la presión mediática significa elegir cuidar su relación en vez de alimentar la narrativa externa. Aunque también otras formas de resistir la presión, y reforzar su unidad como pareja, podrían ser centrarse en sus rutinas, cuidar la comunicación entre ellos o apoyarse emocionalmente el uno en el otro para blindarse ante las especulaciones.
Al final, si algo nos han demostrado Justin y Hailey es que se han reencontrado y reconstruido en otras ocasiones, con la diferencia de que esta vez, con la llegada de su pequeño, encuentran un punto de unión sólido más en esta etapa. Así que no sería de extrañar que por él quisieran hacer frente a su situación todo olvidando lo de fuera y centrándose en ellos tres.
El matrimonio atraviesa una crisis de imagen pública mientras refuerzan su unión en la intimidad.
por Mara Mariño. De un tiempo a esta parte, todo lo relativo al matrimonio entre Justin y Hailey Bieber, no deja de generar preocupación o especulaciones entre los fans del cantante y la modelo. De ser una posible víctima de Sean Combs, conocido como Puff Diddy (algo que el artista desmintió), a hipotéticas adicciones o incluso su precaria situación económica por la deuda que tendría que pagar a su mánager -y que se rumorea que estaría detrás de la venta de Rhode, la firma cosmética de Hailey-.. Ante todos estos frentes abiertos que copan titulares día sí, día también, la pareja estaría en plena etapa de capear la crisis de imagen del intérprete de Baby. O, al menos, esa es la sensación que tienen los más de 300 millones de fans que suma la pareja después de ver que sus ídolos habrían parecido optar por el silencio, sorteando los obstáculos en la más estricta intimidad.. Aunque lo cierto es que ambos están acostumbrados a estar bajo los focos prácticamente desde el comienzo de su relación, tampoco les falta práctica en lidiar con los altibajos de su relación. Aunque se conocieron en 2009, cuando Hailey tenía 12 años y el cantante 15, en el backstage del programa Today, no fue hasta que volvieron a reencontrarse con los años que se plantearon que pueda darse algo más que una amistad.. Los rumores empezaron en diciembre de 2014, cuando pasaron juntos la Nochevieja, pero se confirmaron un año después al disfrutar de un viaje familiar a México cuando compartieron su primer beso en redes sociales. Dos años después, en 2016 declararon a la prensa que la suya no se trataba de una relación exclusiva, pero unos meses más tarde confirmaron que ya no estaban juntos.. Segundas partes sí pueden ser buenas, lo que se demostró en junio de 2018, mes en el que tuvo lugar su reencuentro y se dieron otra oportunidad que terminó con un anillo de compromiso. Además, confirmando que estaban dispuestos a trabajar en su vínculo, fue en septiembre que se fueron a vivir juntos y se casaron en Nueva York en una discreta ceremonia civil -y el cambio de apellido en Instagram de la modelo fue lo que hizo saltar las alarmas de que se habían dado el «Sí, quiero»-.. La fiesta con 150 amigos y familiares habría de esperar, ya que tuvo lugar un año después. Aunque si en algo son expertos Justin y Hailey es en hacer las cosas a su manera he incluso han sellado su amor de una manera menos convencional: con tatuajes de dos melocotones idénticos.. Si bien los comienzos de su vida matrimonial fueron tranquilos, en marzo de 2022 la modelo tuvo un infarto y, poco después, al artista le diagnostican síndrome de Ramsay Hunt. Un periodo de salud delicado para ambos que se contrarrestó dos años después con la feliz noticia de que estaban esperando a su primer hijo. Jack Blues Bieber nacería el 23 de agosto de 2024, y si bien para muchos es una etapa de alejarse de los vaivenes profesionales y centrarse en la crianza, lo cierto es que su etapa como padres primerizos ha ido muy de la mano con el goteo de rumores y noticias sobre la salud mental del artista.. ¿Cómo enfrentar juntos la crisis?. Y es que de un tiempo a esta parte, la preocupación de los fans de Justin Bieber por el estado anímico de su ídolo ha ido desde que en se encontraba más apagado, a los gestos de sus apariciones públicas, sin olvidar que tampoco han quedado fuera las teorías de una posible crisis entre ellos, puesto que el cantante dejó de seguir momentáneamente a su esposa en Instagram.. Sin embargo, a diferencia de otras veces que compartieron detalles acerca de la situación sentimental, actualmente han apostado por el silencio. Es algo que, en contextos donde hay una exposición tan grande como la suya, se convierte en una maniobra tan poderosa como una declaración. Se podría tratar de una forma de proteger su intimidad y marcar una distancia con la necesidad de la prensa (y de sus fans) de que den explicaciones constantes sobre su vida privada.. Poniéndose ellos por delante de sus seguidores o de la presión mediática significa elegir cuidar su relación en vez de alimentar la narrativa externa. Aunque también otras formas de resistir la presión, y reforzar su unidad como pareja, podrían ser centrarse en sus rutinas, cuidar la comunicación entre ellos o apoyarse emocionalmente el uno en el otro para blindarse ante las especulaciones.. Al final, si algo nos han demostrado Justin y Hailey es que se han reencontrado y reconstruido en otras ocasiones, con la diferencia de que esta vez, con la llegada de su pequeño, encuentran un punto de unión sólido más en esta etapa. Así que no sería de extrañar que por él quisieran hacer frente a su situación todo olvidando lo de fuera y centrándose en ellos tres.
