Lento Ternura es «una manera de crear un concepto que resumiera el estado aspiracional» al que Zahara «ansiaba llegar». La cantante ha producido sola este nuevo álbum, con el que busca olvidarse de la «narrativa violenta» que mostró en Puta para centrarse en el «presente y vivir con más calma», tal y como asegura a 20minutos. En él, recoge también diferentes textos que van plasmados en un poemario, un concepto único con el que se retroalimentan ambas obras. Sobre esto, el papel de la mujer en la industria musical y su trayectoria profesional, entre otras cosas, charlamos con ella.. «Producir este disco ha sido una manera de volver a encontrar mi identidad, no solo por las letras y melodías, sino también a través del sonido». «El miedo a equivocarse siendo mujer sucede en todas las profesiones que están masculinizadas». «Mis referentes cuando era cantautora fueron hombres y cuando empecé a ser Zahara eléctrica, había muy pocas mujeres, o a lo mejor existían, pero no me llegaban». «Las artistas jóvenes vienen con las ideas más claras, con menos ganas de aguantar historias y con muchos menos miedos»
Lento Ternura es «una manera de crear un concepto que resumiera el estado aspiracional» al que Zahara «ansiaba llegar». La cantante ha producido sola este nuevo álbum, con el que busca olvidarse de la «narrativa violenta» que mostró en Puta para centrarse en el «presente y vivir con más calma», tal y como asegura a 20minutos. En él, recoge también diferentes textos que van plasmados en un poemario, un concepto único con el que se retroalimentan ambas obras. Sobre esto, el papel de la mujer en la industria musical y su trayectoria profesional, entre otras cosas, charlamos con ella.. ¿Cómo surgió esta idea?Una de las maneras que tengo de componer canciones es hacerlo sin presión. Escribo textos y siempre tengo mucho material antes de decidir cuál puede acabar convirtiéndose en canción. En el caso de Lento Ternura me pasó algo nuevo y fue que no solo había escrito textos que se habían convertido en canciones, sino que una vez estaban las canciones hechas, me apetecía seguir escribiendo sobre ellas e hice los poemas. Cuando vi todo el material que tenía, pensé que podían acompañar perfectamente a este disco: son un complemento perfecto y ayudan a entender el universo entero que he creado de inquietudes y reflexiones. Además, en la portada, hago este juego irónico como si ese lento ternura estuviera en un libro y lo pudiera alcanzar y leer.. ¿Cómo cree que se va a percibir este concepto en sus oyentes?. Sigo apostando por el formato físico porque creo que ayuda a tener una experiencia distinta. Para mí los discos forman un todo, y en este caso se une el libro. Quien lo tenga, podrá ver que entre las páginas hay una figura mía haciendo pis en un policlínico, que es la misma imagen que la portada. Es un trabajo creativo muy divertido y creo que aporta un valor extra. Alguien que a día de hoy decide invertir en un disco, teniéndolo también en su suscripción a su plataforma de streaming favorita, está haciendo un esfuerzo y, a su vez, está valorando al artista. El hecho de que se lo compren es algo que va a ser más allá y lo valoro mucho.. Entrevista a Zahara.JORGE PARIS. Además, lo ha producido entero. ¿Ha tenido más libertad creativa a la hora de trabajar?Libertad creativa he tenido siempre, ya que trabajar con otras personas forma parte de ello, de elegir con quién. Pero sí que me ha llevado, por una parte, el reto y las ganas de experimentar y aprender esa parte más técnica que delegaba en otras personas, porque que me daba más pereza y sabía que lo harían mejor, a decir ‘venga, voy a aprenderlo y no hay prisa’ para aplicar así mi propio concepto. Por otro lado, ha sido una manera de volver a encontrar mi identidad, no solo por las letras y melodías, sino también a través del sonido; de decir ‘este es el sonido de Zahara y estas canciones son parte de la respuesta a la pregunta de qué soy, qué es esto y qué es la vida’.. ¿Esto ha hecho que cambie la manera de escuchar sus canciones?Es la vez que más tiempo he pasado con ellas, creo que no me he escuchado nunca tanto en el trabajo previo. En Puta, que era producido con Martí Perarnau, era capaz de separarme de las canciones porque ya las había dejado en sus manos y cuando me las traía tenía el oído más fino para percibir lo que me gustaba y lo que no. Este proceso, hasta que cogí fluidez, ha sido más lento, sobre todo al principio, ya que igual pasaban semanas hasta que conseguía llegar a dar con lo que me gustaba. El pasar tanto tiempo con las canciones sí te hace volverte un poco loca porque entras en sus propios mundos y es más difícil salir de ellos. Es algo curioso, no es ni bueno ni malo, simplemente es peculiar.. «Producir este disco ha sido una manera de volver a encontrar mi identidad, no solo por las letras y melodías, sino también a través del sonido». En un mundo donde la inmediatez está a la orden del día, ¿es posible crear música reposada sin sentirse influenciado por la rapidez?El sistema impulsa a que se esté continuamente produciendo y a que las cosas sean inmediatas, pero yo, cuando hago discos, no pienso nunca en canciones sueltas. Funciono con discos porque me gusta que haya un arco narrativo y, aunque es algo que actualmente va un poco en contra, es lo que me gusta; es donde me siento feliz, me puedo explayar, investigar, y profundizar en lo que quiero. Por la parte de sello sé que hay unas normas, pero veo de qué manera puedo jugar en ellas y consigo mantenerme alejada de esa presión, para lo bueno y para lo malo.. ¿Qué nexo hay entre Puta y Lento Ternura?Puta es un disco visceral que nace de un intento de sobrevivir y para ello escribo estas canciones y abro las puertas de mi pasado y Lento Ternura es consecuencia de eso, de decir ‘no quiero estar ahí’. He aprendido mucho de haber mostrado esa parte de mí, pero ahora lo que necesito es alejarme de la mirada hacia el pasado y centrarme en lo que siento ahora, donde estoy y cómo ha repercutido todo eso en mí.. Estos títulos impactan en la sociedad debido a la fuerza de la palabra, pero también generan controversia, como ha pasado con la canción Zorra de Nebulossa. ¿Se sintió identificada?Sí, vi que había una manera de atacar similar porque parece que solo se nos permite usar estos insultos cuando lo hacen los hombres para atacar a las mujeres y cuando somos nosotras quienes lo reivindicamos, lo ponemos ahí, a veces para generar incomodidad, a veces para generar conversación o simplemente como escudo de protección. Tal como lo usa ella, es un poco como yo vengo a reivindicar el insulto de puta, en mi caso no es porque me llevara a sentirme mejor, era más como ‘esto es un insulto que con el que me habéis atacado desde que soy una niña y ahora te lo pongo en la cara para que veas cómo afecta’. Sobre por qué usan ‘zorra’ habría que preguntarles a ella, pero sí que vi, por la letra de la canción, que se siente atacada cada vez que hace algo, que es un poco también lo que me pasaba a mí. Un ataque fácil y que molesta cuando ese insulto lo utilizamos nosotras.. Entrevista a Zahara.JORGE PARIS. ¿Se puede hablar de fragilidad en los casos donde estos términos resultan ofensivos?Claro, detrás de esto hay muchísimo análisis de por qué a alguien le molesta que haya una canción que se llame Zorra o un disco que se llame Puta. Si eso altera, es donde esa persona debería buscar dentro de sí mismo el porqué le ofende. Tiene mucho que ver con el otro y su inseguridad.. La parte de producción es un campo donde resuenan los nombres de hombres. ¿Hay barreras al respecto?No llega ni al 3% las mujeres que producen discos, por lo que sí, hay barreras y una de ellas es la falta de referentes. Es mucho más difícil para una chica atreverse a ello si no ve a ninguna que lo haga. Lo que va a ver es que es un trabajo donde solo hay chicos. Pero en realidad es falso, que esto es otro de los problemas. Hay muchas que lideran sus proyectos y son coproductoras de sus canciones, pero no son acreditadas y ni siquiera valoradas dentro del propio estudio, por lo que es complicado para ellas reivindicarse como productoras si nunca nadie lo ha hecho y tampoco les han dicho que lo que está haciendo es producir. La industria es un mundo muy machista y está monopolizada por hombres, aunque creo que va cambiando poco a poco y se van rompiendo esas barreras, pero ha sido un viaje muy largo.. «El miedo a equivocarse siendo mujer sucede en todas las profesiones que están masculinizadas». Al final, acaba siendo un reto.Claro, está el reto profesional, el personal, el de la propia autoestima, el de no sentirse una impostora y no tener miedo de lo que vas a decir, de cómo vas a tratar a los demás, de si tienes razón, de si vas a estar equivocada… Hay muchísimo miedo a equivocarse y creo que es algo que sucede en todas las profesiones que están masculinizadas. Esos hombres, lo hagan mejor o peor, no han tenido ese temor a no encajar o a hacerlo mal por simple hecho de ser hombres.. Como mujer en la industria, ¿cuáles han sido los principales desafíos a los que se ha enfrentado?Todos, la verdad, cada día. Cuando empecé no tuve ningún referente femenino; los que tuve cuando era cantautora fueron hombres, cuando empecé a ser Zahara eléctrica y tocaba con mi banda, había muy pocas mujeres en España, o a lo mejor existían, pero no me llegaban. Cada vez que iba a un sitio se me ninguneaba, se le hablaba a mis técnicos para cualquier cosa antes que a mí. Cuando monté el proyecto de Juno con Martí, donde vamos al 50%, llegábamos a los teatros y a mí me decían dónde está el camerino y a él el escenario; ese simple gesto de considerar que rol tiene cada uno dentro de la banda ya está definiéndome. Tengo que luchar contra ello y a veces es agotador, no siempre tengo ganas.. «Mis referentes cuando era cantautora fueron hombres y cuando empecé a ser Zahara eléctrica, había muy pocas mujeres, o a lo mejor existían, pero no me llegaban». Aun así, ¿considera que hay una evolución?Sí, las mujeres vienen más fuertes y los hombres puede que estén más concienciados, ojalá, qué menos, ¿no? Desde que soy niña me dedico a esto y creo que, además, he vivido un momento de transición dentro de la industria. Siento que yo sigo con el machete en la selva para abrir el camino y que las más jóvenes ya vienen con las ideas más claras, con menos ganas de aguantar historias y con muchos menos miedos, a pesar de que todavía la sociedad y la industria musical sea machista. Lo que me pasa es que me apetece más conocer proyectos de mujeres y me interesa menos lo que tengan ellos que ofrecer, porque me he pasado toda la vida escuchándoles y me he cansado. Los hombres que tengo en mi equipo me valoran y me dan las gracias, a veces pienso ‘con lo que me ha costado educar a estos, ahora no lo suelto’ (risas). A veces se equivocan, pero igual que yo, porque soy una mujer de 41 años y hay cosas a las que ya llego tarde y que agradezco que me expliquen.. A la hora de consumir, comenta que le interesan más los proyectos de mujeres. ¿Esto es algo que extrapola a la cultura en general? Por ejemplo con los libros.Sí, con los libros me pasa muchísimo. He leído a muchas mujeres y muchos hombres en mi vida, y claro, me he construido una imagen sobre lo que es la mujer a través de los ojos del hombre. Se puede hacer, por supuesto, pero a mí, a día de hoy, no me interesa escuchar a un hombre atormentado al que no le hacen caso. Creo que llegará un momento en el que el feminismo deje de parecer un mundo de fantasía y que me apetezca volver a leer hombres, pero ahora mismo no. Sigo leyendo muchísimo a Kiko Amat porque me vuela el cerebro cada vez que lo leo y me hace cuestionar muchos aspectos de la vida. Pero creo que salvo él y David Uclés, solo leo mujeres, porque aparte considero que han estado silenciadas mucho tiempo, e incluso muchas de ellas intentando ser un hombre narrativamente hablando. Hemos tenido que movernos en lugares masculinos, comportándonos muchas veces como hombres y ahora que nos estamos quitando eso y ya no queremos socializar como hemos sido educadas. Tenemos unas autoras que están, para mí, revolucionando el mundo de la narrativa y haciendo obras increíbles como Elisa Levi conYo no sé de otras cosas, El Celo de Sabina Urraca, Las malas de Camila Sosa, Canto yo y la montaña baila de Irene Solà o El cielo de la selva de Elaine Vilar Madruga.. «Las artistas jóvenes vienen con las ideas más claras, con menos ganas de aguantar historias y con muchos menos miedos». Además de cantante y productora, en 2020 fue profesora de Cultura Musical de OT. ¿Cómo vivió esta experiencia?Muy divertida y enriquecedora. Iba una hora a darles cultura musical y no tenía temario; a mí la academia me dijo ‘es una clase de autor, la autora eres tú, haz lo que quieras’ y me pareció una oportunidad maravillosa. Cada día enfocaba las clases desde una perspectiva diferente: les enseñé electrónica, tuve dos clases sobre las mujeres en la música bastante cañeras que para mí fue un momento muy emocionante… fueron muchas conversaciones sobre historia de la música.. Este año hay una nueva edición. ¿Le gustaría repetir?Me encantaría, cuando lo recuerdo pienso que sería guay volver a hacerlo. Además, creo que haría otra cosa distinta. Eso sí, la clase sobre las mujeres en la música se la comen igual (risas).. Va a estar presentando Lento Ternura en diferentes festivales. Entre ellos, el Sentir Baeza AOVE Fest, muy cerca de su Úbeda natal. ¿Qué es para usted cantar cerca de casa?Baeza también es mi casa, hay un enfrentamiento absurdo entre Úbeda y Baeza que no es real. Amo Baeza, es maravillosa. De hecho, nuestros ensayos generales los hacemos en allí. Para mí es genial y emocionante. Además, este disco tiene la canción Soy de un pueblo pequeño, que es una mirada al lugar donde naces y como te sientes allí, dando igual los habitantes que tenga o el mudarte a grandes ciudades. Este concierto es especialmente emotivo por eso. Este tema no lo estoy cantando en todos los conciertos, pero seguramente allí la cante porque si hay un sitio donde la puedo tocar es allí. Creo que vas más allá de que sea una canción que encaje en el repertorio festivalero.. Si pudiera hablar con la Zahara de los inicios, ¿qué le diría?No tengo ni idea, supongo que le diría que al final va a ir todo bien, que confiara más, que siguiera haciendo canciones. Bueno, sí que le diría que no firme con Universal, y que puede vivir sin ese momento de su vida.
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